10/28/2016

Películas de saltos de longitud ya.


Por favor, matad a las películas (y las canciones y los libros) que nos confunden sobre lo que es vivir, qué problemas es normal tener, qué cosas deben ofendernos, cómo debemos querer al resto. Matadlas a todas y que nazcan las que nos den un buen ejemplo acorde a nuestro tiempo.

       Están sacando cine para generaciones pasadas y nos están dificultando encontrarnos a nosotr.s mismos. Están abriendo aún más la brecha intergeneracional que nos toca saltar y es normal que tanta gente caiga al vacío en el intento.


3/08/2015

Flashback de México

         Aún siento el cosquilleo de aquella noche cuando salté desde el balcón de la habitación donde dormía mi hermana. Ya no había luz para leer y no quería despertarla. Así que, aún descalza, me tiré con Lilith de la mano. Escurrí al pisar el suelo y caí sobre hierba mojada pero no me dolió. Una vez en pie fui andando hacia el único farol que veía y me quedé leyendo sentada bajo él. 

       Detrás del Señor Farol había una valla metálica que mantenía a los animales salvajes fuera del recinto de las casas. De vez en cuando se oían ruidos. Era agradable saber que a tan solo unos metros había animalejos haciendo su propia vida. Y yo por primera vez no tenía miedo a las arañas, porque ¡vaya arañas había allí! Esa misma mañana había visto una de rayas verticales blancas y negras, y me había dado un ataque de pánico. Pero bajo ese farol y con ese libro merecía la pena llevarse alguna picadura (a la mañana siguiente tenía tantos bultitos en la piel como para leer braille).


       Los viajes siempre son especiales y más cuando los haces leyendo por primera vez el que será en el futuro uno de tus libros favoritos. Tuve suerte con el cara a cruz a la hora de decidir si llevarme en la maleta a Lilith o Flores en el desván.





       La naturaleza no tiene porque ser bonita ni verde (aunque aquella lo era). Un terreno de arena roja lleno de sosa jara sigue siendo mejor que el asfalto, las aceras grises y el pladur. ¿Vendrá algún día un genio a ofrecerme un cambio? ¿Un año de vida por un mes de vuelta allí?


       Cuando me siento mal, vacía o aburrida (esas cosas también cuentan como sentirse mal, ¿verdad?) salen a flote dos o tres recuerdos llenos de emociones. Uno de ellos es secreto, otro familiar y el último es México y sus constantes cosquilleos en mi interior. Quizá es porque un mes después de volver todo se volvió negro y aquel fue uno de mis últimos momentos de felicidad sin peros. No me puedo quejar porque ese sentimiento se haya ido para siempre, diecisiete años de felicidad sin peros son muchísimos. Conozco personas mejores que yo a las que la vida las hizo despertar mucho antes al mundo real.

        Como mi padre.




** Lilith, J.R. Salamanca **

11/07/2013

Continuará.

Todo lo que viene algún día se va, dicen.

      Pero es que verás, yo ya no puedo dejar esto de escribir. Incluso cuando no tengo hoja, ni lápiz, ni teclado. Imagino que escribo en mi cabeza sin parar. Es una necesidad cuando tienes un nudo en la mente y escribiéndolo lo desenredas. Cuando haces un descubrimiento y escribiéndolo sientes que ya no se lo llevará el viento y una marca quedará.

      Que por muy pequeña que sea esa huella, el concepto de huella es en sí demasiado grande para desprestigiarlo solo porque no haya llegado a un número de personas que se considere realmente importante. Cuando algo hace huella en ti sientes que ocupa un universo y sin embargo, cuando se trata de la huella que dejas en otros, te guías por estadísticas. Dos personas son pocas, diez también, cien... bueno. Como si con un solo universo no bastara.

      Por otra parte, hay gente que piensa que, si vas a decir algo negativo, es mejor que se desvanezca. Pero algún día esas cosas negativas que escribo servirán de prueba de que todo se supera cuando empiece a escribir las positivas. Podré comparar y sentirme orgullosa.


9/06/2013

Siendo racionales

Pensaba de la manera más racional que he pensado nunca.
Por eso ahora la razón me parece una extraña fantasía.

Acaricia un perro.

         Eh, chica del portal de al lado, me gustan tus circunstancias, no tú. Tú sólo eres un recipiente que contiene la mezcla de todas estas. El como se mezclen depende de tu genética y de cómo otras circunsancias te hayan condicionado para hacerlo: habrá algunos hechos que te enseñen a que otros no te afecten, pero ninguna combinación te va a hacer independiente de tu contexto.

        Así que ¡sopresa! Tú no eliges nada. Eres sólo un objeto en una mesa que queda marcado con el paso del tiempo de una u otra forma. Pero no deja de ser algo bonito desde fuera. "¡Mira ese recipiente qué mono es! Sus circunstancias le han hecho estar acariciando un perro"



Solo eres un animal con la capacidad de darse cuenta de que lo es.